domingo, 18 de septiembre de 2016

El temido diagnóstico

septiembre 18, 2016 2 Comments

La problemática de una persona con una dieta "normal" a la que se le diagnostica celiaquía es bastante seria. Los cereales con gluten, el trigo especialmente, están muy presentes en la alimentación diaria. El cambio tras el diagnóstico es tan radical que deja a la persona un poco trastocada y sin saber muy bien qué hacer.

Nosotros vivimos este cambio de manera más natural. Las cosas fueron surgiendo al cambiar nuestros hábitos alimenticios para llegar a un estado óptimo de salud, todo ello antes del diagnóstico. Realmente de los dos el que lo tiene de manera oficial es Carlos, pero yo me lo he adjudicado también por la parte que me toca. En principio, me puedo recuperar y retomar mi antigua alimentación, pero sé que no voy a volver a comer "normal" porque he adquirido una visión muy distinta al respecto de la relación alimentación/salud. 

La gran pega de todo esto es a la hora de salir a comer fuera. Ahora están cambiando mucho las cosas y cada vez hay más opciones, pero aún así está costando. Como decía al principio, el problema es que el gluten está en todas partes. A la vuelta de la esquina y debajo de las piedras. A pesar de que, hablo de los países más desarrollados en este punto, disponemos de multitud de alimentos distintos, el trigo se impone por encima de cualquier cosa.

Una persona que sigue una dieta "normal", y pasa de cualquier nuevo tipo de alimentación que aparezca por arte de magia, pensará que es una mierda que el trigo esté tan extendido si le diagnostican celiaquía. Es casi como si te amputaran varios miembros del cuerpo.

Desayunas, comes, meriendas y cenas cereales con gluten. Basas un porcentaje muy alto de tu comida en ellos, ya sea como producto principal o como base. ¿Realmente es necesario tanto? Pues no lo sé, allá cada uno con su alimentación, pero me gustaría dejar la reflexión en el aire. 

Este texto no pretende que dejéis de comer todo eso, pero sí que os paréis a pensar en algo: si un día os diagnostican celiaquía, ¿cuál sería vuestra reacción? En el caso de Carlos fue un alivio, una confirmación de sus sospechas. Como decía al principio, él ya estaba mentalizado y aún así fue duro. Por mucho que reduzcas o dejes de comer ciertas cosas, en este caso no se puede decir por un poco no pasa nada

Las veces que ha sufrido la contaminación cruzada en los restaurantes lo ha pasado bastante mal. No solo por los síntomas físicos que eso conlleva, sino por perder la confianza de ese local para ir a comer allí ya que escasean las opciones.

Si comes junto a gente que no tiene la información completa respecto al problema pareces un agente secreto revisando todo al milímetro. La verdad es que no es agradable tener esa tensión mientras uno come. Las emociones influyen mucho en el proceso digestivo. 

Hace unos años la celiaquía era casi una leyenda. Actualmente se ha convertido en algo muy real. Seguro que conocéis a alguien que la padece (y los que no lo saben). Considero muy necesario un mayor conocimiento del tema para una mejor convivencia. 

Lo que más me inquieta son los restaurantes/bares/cafeterías que tienen opciones sin gluten y no lo indican por ninguna parte. Te enteras por el boca a boca, cotilleas el lugar por internet y no ves ningún indicio de ello. Incluso llegas al local y tampoco. 

Si os encontráis en la situación de que sois o vais a comer con alguien que sea celíaco, buscad información en grupos o asociaciones. Nosotros de lo que nos fiamos más es de la opinión de otros celíacos que han ido a un sitio y no han sufrido intoxicación. Pero sí, se agradecería que ya que están visibles por internet, los distintos locales dejasen constancia de si tienen opciones.

Consejo final si te diagnostican celiaquía: no te vuelvas loco con la sección sin gluten del supermercado. De esto ya hablé en uno de los podcast pero creo que es muy necesario comentarlo. Entiendo que si consumes ciertos tipos de platos te resulte difícil el cambio, pero casi todo es literalmente comida basura. Se puede comer sin gluten sin tener que recurrir a todo ello.

Que una cosa está clara, en este punto tienes los intestinos hechos polvo. Por mucho que te quites el gluten, que es lo que te hace más daño, necesitas recuperar ese entorno. Eso no lo vas a conseguir si sigues comiendo cosas que lo irritan, tienes una vida estresante o te hinchas a medicamentos por cualquier cosa.

Evidentemente notarás mejoría, incluso en algunos casos cuesta ese salto, pero de verdad que recomiendo una reflexión respecto a ese tema. Imaginaros el caso siguiente: tienes una pulsera puesta que te va quemando el brazo lentamente. Te la quitas, y por tanto, ya no sufres ese daño. ¿Acaso no debe la herida recuperarse antes de poder llevar otra pulsera? Si lo haces, te va a doler. No tanto como ese quemazón constante, está claro, pero sí habrá daño igual.

Se nota en mis palabras la evolución y todo lo que he aprendido al respecto en estos años. Me produce una sensación maravillosa el entender cómo funciona nuestro cuerpo y lo importantes que son todos los procesos que se realizan en él. Muchos de ellos están muy infravalorados, como es el caso del sistema digestivo.

Si os fascina el tema, mi actual lectura es un libro muy interesante. Cuando lo termine haré reseña juntamente al de Sin trigo, gracias. El que comento es La digestión es la cuestión de Giulia Enders.

Además, en noviembre empezaré a estudiar más a fondo temas de salud y alimentación. Tengo unas ganas tremendas. Sé que será duro porque no tengo una formación concreta en esas ramas, pero la motivación es enorme. Principalmente lo hago por mí, pero también me interesa para poder hablar con propiedad de ciertos asuntos.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Intoxicación y falsos paliativos

septiembre 02, 2016 2 Comments

Transcribo la historia yo, Lansy, pero lo que voy a contar es algo que le ha sucedido a Carlos como celíaco. Además, a raíz de ello ha surgido una cuestión que me encantaría debatir para ver qué pensáis vosotros al respecto. 

Resulta que hoy llevaron al trabajo maíz frito, de ese que compras a peso en la tienda. Como había superado con éxito las vacaciones sin intoxicarse, a pesar de convivir rodeados de gluten, se motivó y comió. Craso error.

Sufrió una intoxicación, totalmente lógica. Todo el día hecho mierda. Yo le eché la bronca, como os podéis imaginar, porque era de cajón. Unos frutos secos a peso no son nada seguros para un celíaco.

A raíz de eso un compañero de trabajo le ha comentado al respecto de la pastilla para celíacos, para paliar los síntomas de la contaminación cruzada. La respuesta de Carlos ha sido muy sensata: "No, no me interesa. Eso es como si tienes diarrea y te tomas algo para cortarla. El cuerpo está intentando eliminar algo que le está haciendo daño. Si frenas ese proceso, eso seguirá ahí más tiempo haciéndote daño."

Pues igual con el gluten. Te intoxicas y te tomas algo para aliviar los síntomas, pero tienes dentro el puñetero haciéndote de todo. ¿No os suena de nada eso? Básicamente la mayoría de medicamentos sirven para ello. Cuando fui por primera vez al dermatólogo por los eccemas, me recetó una pomada. Me los curó y al cabo de unos días me remitían de nuevo. Muy simple: el eccema es un síntoma, no un problema en sí. Pues así con muchas cosas.

El otro día comí yo en un restaurante sin tener mucho en cuenta mi situación actual. Así acabé luego, con distintos síntomas horribles. "Tómate X medicamento" me dijeron y mi respuesta fue: "¿Y no es más lógico no comer las cosas que sabes que luego te provocan algún malestar?".

En mi caso lo hice sí, pero quiero sentir esos síntomas. El cuerpo está comunicando un mensaje y éste debe ser escuchado, no paliado con una serie de medicamentos y que sea ya todo felicidad absoluta, porque eso es engañarse a uno mismo. 

Cada uno es libre de hacer con su vida lo que quiera, no pretendo imponer nada, pero sí reflexionar sobre ello. Esto puede conllevar a tapar enfermedades que deberían ser tratadas y lo único que hacemos así es empeorarlas. Seguimos machacando al cuerpo de todas formas aunque nosotros no lo notemos.

Por si no queda claro, no estoy en contra de los medicamentos, pero no me gusta la idea de los que sirven para ese fin. Es cierto que algunos son necesarios porque las circunstancias no se pueden evitar, y así se sobrelleva mejor el asunto, pero se está abusando mucho de los menos necesarios realmente.

Debemos conocer cómo funciona nuestro cuerpo, el porqué reacciona a ciertos alimentos o situaciones, y lo más importante: no te compares con otra persona. Cada cuerpo es un mundo pero eso no significa que no tengamos cosas en común, como es evidente. 

Algo que veo mucho y no me gusta nada es el culto a las dietas solamente por mera cuestión estética, como único objetivo adelgazar. Yo en estos años he aprendido a mirar la alimentación como algo que nutre a mi cuerpo y que no debe ser perjudicial para él. Perdí unos cuantos kilos sí, pero eso vino sin buscarlo. 

Leo y escucho verdaderas barbaridades que hace la gente para reducir de peso. Comer los 3 mismos ingredientes durante varias semanas, una vez conseguido el objetivo volver a comer como antes y recuperar los kilos perdidos. No me parece una actitud lógica la de privar al cuerpo de los nutrientes necesarios solo por reducir la talla de ropa. 

Yo, dentro de mi locura (seguro que mucha gente piensa de mí lo peor por mis ideas sobre estos temas), tenía un concepto claro en mi cabeza cuando estaba en un peso superior: "Nunca voy a dejar de comer para adelgazar". Y así fue, es más, comía más cantidad y adelgacé. El punto está en qué comes. Repito: no niegues a tu cuerpo de una variedad sensata de nutrientes dentro de tus posibilidades. Esto último lo digo por mí, que mi alimentación es reducida en número de alimentos pero seguro que como más variado y denso nutricionalmente que otras personas. 

He terminado desvariando un poco del tema principal pero creo que va todo muy relacionado. La alimentación es demasiado importante como para dejarla solo en el plano de la visión estética. 

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